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 BOSNIA HERZEGOVINA: EL PARAISO PERDIDO

 Escribe el relato: enrique sierra

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Bosnia y Herzegovina:

                             El paraíso perdido

En las vacaciones de 2013 volvimos a ir a Bosnia, país que ya conocíamos de otras ocasiones  pero en el que no habíamos profundizado. Íbamos  camino de Serbia.

La primera vez que fuimos, conocí un país diferente al de Mostar o Sarajevo y en 2014, en la ruta de viaje hacia Turquía, decidimos volver a pasar por Bosnia otra vez, al paraíso verde tan alejado del Stari Most turístico o la Plaza de las palomas de Sarajevo y que me había enamorado.

En esta ocasión entramos al país por Slavonski Brod.

INFORMACIÓN QUE DEBERÍAS CONOCER

Antes de pasar a relatar el viaje, comentaré que las carreteras, sin ser horribles, tampoco son buenas, excepto un trozo de autopista que te lleva desde Sarajevo a las proximidades de Visoko, el lugar de las pirámides Bosnias.

El Gasoil es barato, pero no hay que fiarse, porque en algunos lugares puedes pagar con tarjeta, pero en otros no, y hay que preverlo.

Cajeros hay en muchos lugares, pero las comisiones son altísimas.

Los gitanos llegan al extremo de la pesadez al agobio.

Hay que guardar escrupulosamente los límites de velocidad indicada porque hay policías a la caza y captura de quien se despiste y pise un par de kilómetros  de más  en el acelerador.

Los alimentos y restaurantes son bastante baratos.

Y los GPS aquí no funcionan ni con la mejor cartografía, así que un buen mapa es imprescindible.

Se paga en euros sin dificultad en todos sitios.

Hay que tener muchísimo cuidado con los carteristas, sobre todo en el transporte público.

En las Aduanas, o se tarda muy poco, o se tarda muchísimo dependiendo del lugar por donde se entre al país.

Y ni decir Bosnia, ni pensarlo, esto es Bosnia y Herzegovina y dentro está la Republica SRPSKA, que es Bosnia, pero no lo es. Complejidades políticas. A mí un policía me llamó la atención por decir solo Bosnia sin acompañarlo de Herzegovina.

La habitan musulmanes, croatas, serbios,  ortodoxos cristianos y gitanos, y algún judío  ladino, procedente de aquellos que huyeron cuando los expulsaron los Reyes Católicos y se establecieron aquí.

Los edificios no están tan deteriorados por los estragos de la guerra como se cuenta, aunque en los caminos y en zonas rurales sí que se aprecian, en mayor grado, esos estragos y anuncios de peligro  por bombas ocultas.

Recuerdo la primera vez cuando estuvimos con legionarios españoles en la Avenida  llamada “el Bulevar”, de eso afortunadamente ha pasado mucho. Entonces, habían matado a un joven teniente  hijo de una compañera de Enrique: un chico muy joven.

Bosnia está dividida en dos entidades: la  Federación de  Bosnia y Herzegovina, y la República SRPSKA. Así se estableció en el tratado de Dayton de 1995. Bosnia se divide en cantones y la SRPSKA, en provincias. Las dos tienen como capital a Sarajevo pero, de forma no  oficial,  la República se inclina por Banja Luka.   

EL VIAJE     

Día1:JAYCE                                                                                                                                                      

Desde Croacia, entramos a Bosnia por una frontera donde sellamos el pasaporte en unos cuantos minutos y los aduaneros ni siquiera nos miraron.

Nos dirigimos hacia Jayce, población  que visitábamos por primera  vez.  Nos alojamos en el camping Pliivsko Jezero. - coordenadas  N 44º 35105   E 17º22627 -.

A la mañana siguiente, visitamos las cascadas que tienen fama y pertenecen al Río Vrbas. También vimos los molinos de madera que hay en desuso en la parte superior. Para mi gusto, había bastantes basuras en los alrededores. pertenecen al rio Vrbas

Las catacumbas me encantaron, porque se aprecia que fueron construidas a mano en la Edad Media. Y hay también un monumento a las víctimas de la guerra.

Entramos también en una fortaleza mal conservada en la que te cobran 0´50 € al cambio. Su nombre significa  “huevo” y, al parecer, es copia de un castillo de igual nombre que hay en Nápoles.

También hay 6 cementerios y dos museos, uno dedicado a Tito.

Desde allí partimos hacia Medugorje

Día 2: MEDUGORJE

Sabemos que hay un aparcamiento esplendido tras la basílica, donde no dejan acampar. Hay carteles que lo indican, pero nadie les hace caso, porque hasta por la noche se pueden ver tiendas de campaña.

Medugorje significa “País entre montañas” y está situada entre el Monte Krizavac y el Podbrdo. Se le conoce como  “la Colina de las Apariciones” y se encuentra sólo a 25 kilómteros de Mostar.

Al parecer, la tradición se basa en la aparición que, el 24 de Junio de1981, la Virgen hizo ante dos niñas. Posteriormente, se estuvo apareciendo ante los amigos de las niñas durante varios días consecutivos.

Como siempre que hay una  hipotética aparición, la iglesia Católica se mostró cauta y no fue hasta el año 2011 que el Vaticano decide investigar.

Es curioso que este lugar no fuera nunca bombardeado durante la guerra de los Balcanes.

Sobre la aparición de la Virgen, como es de suponer, ha habido mucha polémica: unos dicen que es un hecho verídico, otros hablan de la presencia del maligno, y otros de falsedad.

Lo cierto es que, desde hace menos de tres décadas, se viene a peregrinar desde muchos puntos del globo y se pueden ver matriculas en los autobuses de sitios lejanísimos. Ésta es la última aparición Mariana en Europa desde las de Fátima y Lourdes, y al parecer, y debido a ello,  la oferta hotelera es superior  en Medugorje a la de todo el país  unido.

El comercio religioso esta por todas partes y hay restaurantes, pizzerías y tiendas de todo tipo de objetos por toda la ciudad.

Hace  años compre a mi nieta una camiseta con un angelito que era una preciosidad y mi hija me dijo que era una pena  que no le hubiera llevado una para ella. La buscamos por todas partes, pero se habían agotado.

En Medugorje, en la montaña, hay una estatua de la Virgen de ocho metros de altura en un lugar árido, iluminada por la noche, llamado el “Cerro de las Apariciones”. Se accede a él por el camino llamado “de los crucificados”, en el que hay estatuas y vía crucis. En esta ocasión, debido a la lluvia y porque lo habíamos visitado en ocasiones anteriores, decidimos no subir.

Por la tarde después de visitar la basílica y asistir a una misa, la lluvia comenzó a caer en tromba. Nos refugiamos en la Ac y allí estuvimos hasta el día siguiente, cómodos y sin ruidos. Poco a poco, los autobuses se fueron y quedamos sólo con una camper que había estacionado más lejos.
N 43º 11´25´´   E17º 40´40´´

Día 3 MOSTAR

Nos vamos hacia Mostar por una carretera de montaña que no habíamos utilizado otras veces, con un preciosos paisaje y una carretera bastante peligrosa, sin quitamiedos, transitadísima y estrechísima.

Atravesando toda la ciudad llegamos a Campanile, el lugar cercano  a la Iglesia y el Convento donde hace años entramos por la parte trasera que nos abrió el chico de la gasolinera y que tan mal sentó a varias ACS de franceses que estaban allí. ¡Parecía que el lugar lo tenían en propiedad! De todas maneras, ahora se accede por una barrera de la que se ocupan los propietarios de la tienda, el aparcamiento, la tiendecita y la cafetería.

Es un sitio cómodo donde te cobran 5 euros diarios, sin luz, pero puedes tirar el casete dándole  una propina a la señora de la tienda y llenando agua dándole otra al chaval que limpia los autobuses, pues el aparcamiento está destinado a los buses turísticos.

Se está muy cómodo y es bastante céntrico. El silencio sólo se ve interrumpido por las campanas de la Iglesia que solo dejan de sonar desde las 10 de la noche hasta las 7 de la mañana.

En la cafetería hay Wifi y es el único lugar de los Balcanes donde no han puesto el grito en el cielo por pedir un vaso de leche en el desayuno y a lo que pidas, lo acompañan con unas pastas que no te cobran. Los camareros son unos chicos jóvenes encantadores que por la noche se reúnen con sus ordenadores ambientados por música suave muy de los años 70.

Nos marchamos a dar un paseo por el barrio turco después de comer y una reparadora siesta. Llegamos ante el Stari Most, que es el reconstruido puente que separaba las dos comunidades: los musulmanes y los católicos, construido de igual manera que estaba antes de su destrucción durante la Guerra, sobre el rio Neretva.

Paseamos por el barrio Turco volviendo la cabeza y apoyándonos en la barandilla para contemplar el Puente que durante la guerra destruyeron para separar dos mundos. Hoy sin embargo, es el corazón histórico de la ciudad y nexo de unión de las culturas que un día se enfrentaron.

Aunque no era un objetivo esencial, los que lo volaron supieron que bajo él había unos huecos que si se dinamitaban, volaría en pedazos -informó un trabajador que conocía el hecho- como así  ocurrió,  tiñendo el agua del Neretva de rojo.

Posteriormente, en su reconstrucción los ingenieros,  después de mucho estudiar y analizar las piedras que se recuperaron del lecho del rio, cosa que hicieron los Húngaros, descubrieron que el mortero empleado llevaba bauxita. Era un mortero que, dicen los expertos, era único en el mundo: un mortero de color rosa.

El Puente se construyó  sobre el cañón del río en el Siglo XVI (en el año 1556) por un arquitecto Turco llamado Hatrudin. Pero la primera vez, el puente original se cayó al rio y el Sultán que lo había encargado puso al constructor en la tarea de volverlo a hacer bajo la amenaza de la decapitación.

Existe una leyenda que dice que los obreros, enfadados por la caída del puente, emparedaron a la esposa del arquitecto en uno de los pilares. 

En el Siglo XVII, se le añadieron dos torres, Halebija y Tara. Fue destruido el 9 de Noviembre de 1993 y volvió a emerger  en Julio del 2004. Antes de su reconstrucción, España había hecho la unión de las dos orillas del rio y hoy, a ambos lados del puente, hay sendas piedras con inscripciones que dicen: “No se puede olvidar 1993”.

Lo destruyó la Artillería croata, a pesar de que el puente estaba cubierto por neumáticos y alfombras, para que así pudieran pasar bajo este entramado los que iban a  por agua, pues la fuente estaba del otro lado.

El puente es el símbolo de que no debe haber más guerras y une las comunidades en conflicto.

No hay nadie ya por la calle y después de tomarnos una coca cola nos vamos a Campanile, pedimos que nos hagan unos Sándwiches y nos quedamos un rato viendo como un grupo de jóvenes sentados al lado ¡cantan de maravilla! Después a nuestra casita, que estamos solos en  el gran aparcamiento.

Día 4 MOSTAR

Desayunamos en Campanile desde donde se contempla la Cruz  de 33 metros que está en la colina Hum y se puso allí tras la paz de Dayton.

Hay un proyecto de dividir a Bosnia en tres estados federados: croata, serbio y bosnio.

Nos vamos hacia la ciudad vieja, el Stari Grad , dejamos la parte de la ciudad donde estuvieron los croatas. Campanile es ahora la iglesia católica, muy moderna: un estilo que no me gusta nada porque parece una inmensa y alta fábrica. Es una catedral súper moderna que no pega nada con el entorno en pleno centro. Por este sitio suele haber muchos símbolos religiosos cristianos, más cuando se cruza el puente y se llega al Este, al barrio turco o barrio Kunjunziluk que es donde se encuentran los símbolos musulmanes -sobre todo donde están ubicadas las mezquitas-. Las casas turcas, la mayoría restauradas tras la guerra, donde se encuentran bazares, tiendas de souvenirs, calles empedradas que te conducen al mercado de Tepa, un mercadillo, con insistentes vendedores de algo recogido en el campo.

Los turcos, en 1468, tomaron la ciudad que hoy es Mostar, y comenzaron a construir mezquitas, algunas de ellas fueron construidas por  arquitectos  discípulos de Sinan, el arquitecto de la Sulemainiye de Estambul. La más visitada es la  Koski Mehmet Pasha, que tiene un pequeño cementerio como  casi todas las mezquitas de esta zona. Los cementerios son conocidos por el nombre “de los Puntos Blancos”.

 Se puede subir por unas empinadas y estrechas escaleras  para ver una hermoso paisaje - subir cuesta un euro y medio, y entrar a la mezquita 2 euros-. Es la primera vez que veo cobrar por entrar y han puesto una reja porque allí se hacían unas preciosas fotos del puente.

Otra mezquita que se construyo en  el siglo XVI fue la Karadjoz Bey,  que sufrió muchos daños, y se volvió a abrir en el 2004 después de su reconstrucción.

Caminando, atravesamos el puentecillo de los dos burros -también de piedra- y llegamos al Bulevar que es el lugar donde se establecía una imaginaria frontera durante la guerra.

Llegamos a la plaza de España, llamada así por el cariño especial que los habitantes tienen a nuestro país. Fue la vez primera que participó nuestro Ejército en Misión de Paz fuera de nuestras fronteras. Allí  hay un edificio que parece una plaza de toros: la escuela de Gramática.

Hay que visitar una casa otomana donde se aprecia la forma de vida de los turcos. Nosotros no la visitamos porque en Turquía, debido a las muchas veces que hemos ido, hemos visto bastantes.

En total los musulmanes construyeron  13 mezquitas durante los siglos XVI y XVII, pero se han perdido 7 de ellas.

Cerca de las torres del Stari Most hay una librería muy curiosa con libros en muchos idiomas y algunos antiquísimos.

Volvemos a nuestro hogar en Campanile, para marchar mañana de excursión a visitar lugares cercanos

Campanile  N 43º 15`58´´    E17º 52

Día 5: LOS ALREDEDORES DE MOSTAR

El primer lugar es Blagai. Aparcamos en el lugar habilitado para tal menester -N 43º 15´23´´ E 17º 54´06´´- y desde allí, se accede por una carretera peatonal, aproximadamente un kilómetro. A ambos lados hay tiendecitas de souvenirs, frutas y algunas plantas. Me quedo con las ganas de llevarme una higuera.

Al final del camino ,se encuentra un tekke derviche al lado de la gruta donde nace el rio Vrelo Buna, de la cofradía Naqsbandt. El nombre de Blagai significa suave, y realmente este lugar merece el nombre. Es un idílico lugar, de aguas esmeraldas que lleva el rio. Por un puente de madera se accede al lugar donde alquilan barquitas para entrar en la caverna  que se encuentra bajo el espectacular acantilado de 20 metros.

El tekke se puede visitar, la construcción es de  arquitectura otomana mediterránea.

Pero Blagai. conocido y visitado por el tekke, es muchísimo más. El pueblo tiene una estructura rural de las más valiosas de Bosnia.

En la antigüedad, un emperador bizantino construyó una fortaleza sobre el antiguo asentamiento prehistórico llamado Bona. Fue una importante ciudad a con 7 mezquitas, una medersa, dos posadas, siete molinos y cuatro puentes. El Buna se une al Neretva, llamado Krupa, y se produce una curiosidad única en Europa: aquí el rio fluye en ambos sentidos, de la fuente a la boca y de la boca a la fuente.

Después marchamos a Stolac, a la necrópolis de Radimlija. Tres kilómetros antes de llegar  al pueblo a la derecha,  a una distancia de Mostar de 38 kilómetros, muy organizado, en la oficina, un señor que nos cobra un euro a cada uno -antes no se cobraba- nos enseña un monto de folletos de mas necrópolis de los alrededores y de zonas arqueológicas, pero ni los regala ni los vende  porque solo tiene un ejemplar.

Esta necrópolis es un importante monumento medieval. Tiene 133 sepulturas, 62 de ellas decoradas: se llaman Stecci y, en plural, Stecaks.

Estos monumentos fueron construidos en los siglos XV y XVI y están situados en la carretera Stolac -Caplinja, al parecer la carretera pasó por encima del Yacimiento y algunas sepulturas se perdieron. Hay once al otro lado de la carretera, en la parte Norte. Están decoradas con figuras humanas, animales, bajo relieves, grabados. Las más interesantes son  las lápidas verticales y las construidas a dos aguas y hay epitafios en cinco de ellas.

En Osanici, hay otra necrópolis, pero no fuimos. Al parecer, hay restos de un asentamiento donde se conservan lo que fueron de murallas. En ellas, se encontró un casco de bronce con  figuras. Las murallas son ciclópeas, de las del estilo de las de Micenas en Grecia,  y fue construido sobre un asentamiento prehistórico. Estas sepulturas pertenecían a unas personas llamados “los cristianos correctos”,  que no creían en la crucifixión de Jesús

En Bosnia, por todos los lugares del país, hay sepulturas de este tipo: unas 60.000 y, entre estas, unas 10.000 decoradas.

N 43º 05´34´´   E 17º 55´25´´

Nos acercamos a Stolac que fue muy dañada en la guerra. Hay un castillo, molinos y dos cascadas: una natural y otra artificial,  además de dos puentes medievales.

Después a las Cascadas, Kravica cerca de la población de Liubosky. Aparcamos en N43º 09´30´´  E 17º 36´28´´. Nos pusimos bajo un árbol y enseguida vino el guardacoches para decirnos que nos quitáramos de allí, pues estaba reservado para los autobuses. No entraba en razón que había sitio para un mogollón de buses y que no hacíamos mal ¡si no había más vehículo que el nuestro! Y  que nos quitáramos, pero apareció Don Euro y nos quedamos a la sombra.

Las Cascadas son una preciosidad, creo que las más bonitas que he visto nunca, se baja hasta la mitad por unas escalera y luego por la montaña. Parecen  un teatro en círculo, con unos 100 metros de ancho y unos 28 metros de caída. En el río forma como un lago. El río se llama Trebizat  y en él hay un montón de personas bañándose, hay chiringuitos y, en la bajada, una furgoneta que vende botellas de licor que dan a probar echando líquido en un tapón. Sin probarlo compramos dos botellas preguntándonos como había llegado allí la furgoneta.

Pues dirección Mostar llegamos a Pociteli    N´43º 08   E 17º 44´.  Nos encontramos con el problema del aparcamiento; los guardas no quieren dejarnos por si llega un autobús y con lo tarde que es, lo dudo. Subimos una cuesta empinadísima y llegamos  a la Mezquita Hadzi Alija de 1526. Voy a ponerme un pañuelo para entrar  y hombres que están allí fumando sentados en la veranda me indican que no es necesario. Es de piedra  oscura, con una cúpula en base cuadrada. Me  parece preciosa. La ciudad es fortificada. Se encuentra en el Patrimonio Mundial Amenazado, aunque se conserva la ciudad en toda su integridad

Hay muchas señoras mayores que venden cartuchitos con frutas silvestres. A Enrique le da pena y les compra a todas.

Volvemos ya tarde a nuestro solar de Campanile para dejar nuestra vivienda.

Día 6: MOSTAR - SARAJEVO

Hoy pagamos y nos despedimos de la señora muda que regenta la tiendecita. nos cobran 5 euros. Vamos dirección Barcasija por  un camino preciosísimo y parando para comer y ver paisajes y ríos llenos de verdor y casas destruidas por la guerra que desentonaban con el lujurioso y verde paisaje. Llegamos al camping Oaza, de forma casual ya que otras veces habíamos pernoctado en gasolinera por la zona de IIiza.

N45º 49´43´´  E18º 17´50´´

Que no sé porque me molesto en poner las coordenadas porque los navegadores no funcionan para llevarte a ningún lugar.

Día 7: SARAJEVO

Salimos del camping hacia una plaza que es un inmenso lugar donde hay decenas de autobuses, metro, taxis y tranvías  todo tipo de vehículos para desplazarte. Hemos tenido la suerte de que al preguntar, el señor hablaba un poco de castellano, porque tenía un hijo trabajando en España, y nos ha dicho la fórmula: comprar en una taquilla dos tickets que son de ida y vuelta por un euro y medio y nos ha indicado que el vehículo que hemos de coger que es un tram el numero 3. También nos ha explicado que Sarajevo es el segundo lugar del mundo  donde hay más tranvías, la primera ciudad que la supera, es San Francisco. El tram, te deja en Barcasija y luego, al regreso, coges el mismo en el  lugar donde te bajas, para no tener problemas con el idioma. Los taxis son baratos, pero nos ha comentado que a los guiris los suelen clavar, así que muchas gracias señor amable con bigote

Llegamos al Barrio turco de Barcasija y el tram nos deja justo en la plaza de las palomas, junto a la fuente Serjli,  que es de madera y piedra en forma de kiosco de estilo morisco, construída por Mehmet Pasha Kukavia  en 1753, que se ha convertido en el emblema de Sarajevo.

Sarajevo,  ha sido famoso por varios motivos, los primeros asentamientos Prehistóricos, la fortaleza construida por el imperio otomano, etc. Pero el hecho más importante, fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando y su esposa Sofía el 28 de junio de 1914 por Gavrilo Pricip en el puente latino  construido en 1798 y hoy llamado el “Puente del Príncipe”, que fue el desencadenante de la primera Guerra Mundial. Austria le declaro la guerra a Serbia.

Hubo varios que intentaron matar al archiduque, de hecho, había un grupo terrorista que reclutó a  varios de sus miembros. En total a 6 de ellos para asesinar al Archiduque. Le lanzaron granadas, y otros se negaron a continuar, pero Gavrilo, que entonces tenía 18 años, de forma casual y llevando una pistola, se cruzó con el vehículo donde iba el Archiduque, disparó y lo mató y otra bala, que rebotó en un cristal, mató a la Archiduquesa. Hay una estatua que erigieron en honor de Gavrilo.

Otro suceso fueron los Juegos Olímpicos de invierno en 1984.

Y el más luctuoso, el mayor asedio sufrido por cualquier ciudad de las guerras modernas, en 1990.

Barcasija está situada en los Alpes Dináricos  y la atraviesa de norte a Sur el rio Mjljacka. La ciudad es llamada la “Jerusalén de los Balcanes en Europa”, pero por vivir donde vivo, en donde la mezcla étnica y religiosa es aún mayor que en Sarajevo, el hecho de que haya mezquitas, sinagogas, iglesias católicas y ortodoxas  no me produce  la impresión  que le puede proporcionar a otros turistas. En mi ciudad, además, existen templos indúes porque hay una comunidad de esta etnia.

Esta ciudad a pesar de ser eslava tiene una clarísima influencia del Imperio Otomano, por ello su mezquita más antigua, la Mezquita Gazí Husrevbek, llegó a ser la segunda en el mundo después de la de Estambul. Y raíces cristianas, por el tiempo que duró la época Austro Húngara en el siglo XIX.

Cerca se encuentra el parque Mejdam y la Mezquita Kareva, mandada edificar por el  sultán Suleiman el Magnífico.

La Fábrica de cerveza no dejan visitarla, pero hay una cervecería al lado donde se puede degustar. En esta fábrica hay un manantial de agua dulce que era el único donde se podía conseguir agua durante el asedio.

La biblioteca, aunque fue bombardeada, ha sido reconstruida y no tengo ni idea cuántos se pudieron salvar de los 2.000.000 de volúmenes que tenía.

El barrio de Barcasija tiene muchas callejuelas donde hay tiendas y artesanos de todo tipo, muchísimas tiendas con productos que yo -que conozco Turquía muy bien- puedo afirmar que, en más de un 50%, proceden de Turquía. Hay mucha gente que pide  por las calles y muchas madres con niños. Venden balas procedentes de la guerra, convertidas en llaveros objetos para el turismo, algunas maravillosamente talladas.

Algo especial de Sarajevo  son las rosas rojas que están por todas partes de la ciudad y son las huellas de las explosiones de granadas y morteros que lanzó Serbia entre 1992 y 1996 y mataron a tantas personas. Los huecos que dejaron se han llenado con resina roja y perpetuán el recuerdo de los que murieron.

 Hay un lugar que es el Mori Ham que era un antiguo caravasar donde se alojaban en la antigüedad los caravaneros, hoy convertido en hotel, donde merece la pena acercarse a tomar un café y verlo.

Ver también la Madraza, aunque yo prefiero llamarla Medersa Kusumlija, y la Sinagoga judía hoy convertida en Museo.

Hemos comido en un restaurante de la zona, Cevani, que es un plato típico del país. En las cafeterías se puede ver a muchas personas fumando en Shishas, entre ellas  mujeres.

Continuamos por la calle principal que es la Avenida Ferhadija que desemboca en el monumento a los caídos, con una llama eterna.

Volvemos para ver la Catedral y el mercado que hay al lado, construida en 1889, muy próximo, a un lugar con un ajedrez monumental donde juegan las personas mayores.

Destrozados  de cansancio, cogemos nuestro tram y volvemos a la plaza de Ilzda. La tarde amenaza con unas nubes negras y feas que comienzan a descargar antes de que lleguemos al camping. Corremos, pero aun así, llegamos bastante mojados a la Ac.

Día 8: SARAJEVO

Amanece un día esplendido y soleado, la tormenta de ayer ha dejado los árboles limpios del polvo del verano y todo parece más hermoso y más verde.

Después de desayunar nos vamos a la plaza de Ilzda  que me parece cada vez más lejana por todo lo que hay que caminar , y preguntamos  a varios taxistas el precio para que nos lleven  al túnel de la Esperanza, porque el transporte público te deja muy lejos e ir preguntando sin hablar una palabra de Bosnio y sin encontrar a nadie que hable inglés, es bastante complicado. Al final, quedamos en que nos cobraran 10 euros, se esperará entre media y una hora a que salgamos y nos devolverá al lugar, a la parada donde hemos contratado el taxi.

 N43º 49´11´´ e 18º20´14 ´´ La entrada cuesta 5 euros.

En el caso de no querer ir en Tram o bus, en la “Avenida de los Francotiradores” como la llaman -que en realidad es la Calle del Mariscal Tito- se coge el  Tram 3 hasta la parada final en Ilzda; allí  el bus 33 dirección Butmir hasta la parada final. El ticket se compra en el bus y cuesta 80 céntimos. Ir hacia la calle Tuneli 1, que no habrá que preguntar aunque es complicado, pero los autóctonos cuando ven que eres turista te van indicando. Otra fórmula, es contratar la visita en una agencia, en el Centro se anuncian y te llevan y pagan la entrada y vas con guía, pero no sé  el precio.

El Túnel Museo llamado “De la Esperanza” o “Túnel de la Guerra” fue un túnel que se escavó -de un kilómetro aproximadamente- que unía la zona de Butmir en Sarajevo, bajo el aeropuerto, con la zona libre donde estaba la ONU; se entraba por la casa de una familia que hoy regenta el Museo, la familia Kolar. El túnel se construyó el asedio que sufrió la ciudad de 1992 hasta 1996, época en la que tuvieron que enterrar personas en los parques porque no había espacio para enterrarlas. Había hasta 4.000 ataques cada día. Este túnel sirvió para trasladar heridos, transportar alimentos y armas y todo tipo de materiales, hasta para hacer contrabando. Era el transito tan intenso, que hubo que poner raíles para vagonetas. Se calcula que pasaron 20 toneladas de alimentos y casi un millón de personas.

El museo no es nada del otro mundo. Te ponen un video y hay elementos de la guerra: trajes, fotos y elementos varios. La entrada al túnel se encuentra tal cual era, pero solo se visitan unos metros. Yo no entré porque me daba claustrofobia.

Cuando salimos, nos aprovechamos de un grupo de hispanos que llevaban un guía en español, para enterarnos de todo.  Salimos donde estaba nuestro taxi y nos dejó en la parada del Tram, y desde allí  al Centro, hacia Barcasija.

Como ya era tarde, nos fuimos a un restaurante donde ni idea de lo que  ponía la carta y el camarero, un gracioso chaval, nos atendió my bien cuando le dijimos que eligiera por nosotros comida tradicional. Mi sorpresa es que trajo un plato de judías.

Recorremos el barrio turco haciendo las obligatorias compras de todo buen viajero que se precie. Damos vueltas para recorrer lo más interesante y que más nos gustó ayer y volvemos al camping, con muchísima sed. Entramos  a un súper para comprar agua camino del camping y no nos quisieron coger euros por el agua, y eso que no habíamos cambiado, porque en todos los sitios pagamos en euros sin problema.

Día 9: VISOKO – KLALJEVA SUTJESKA – TUZLA- SREBRENICA

Pagamos el camping -22.50 euros por día- y nos dirigimos por la autopista hacia el Norte, hacia Visoko.

Las autopistas en  Bosnia son escasas. Salimos de ésta y entramos a Visoko. Antes, paramos a comprar víveres en un pequeño supermercado, muy bien provisto, y continuamos preguntando donde estaban las Pirámides. En el Centro del pueblo nos encontramos con indicaciones y hacia allí nos vamos.

Yo sentía muchísima curiosidad por la polémica entablada durante muchos años por la veracidad de si son realmente un éxito arqueológico o una estafa.

Su historias nace  del hombre que, según dicen, subió a una colina y bajó a una pirámide: un  hombre llamado Osmainiye. Este sujeto vivió en Sudamérica y pudo ver sus pirámides, las mayas y las aztecas, y cuando volvió a Bosnia, se fijó en que había unas colinas piramidales y creó un equipo para escavar encontrando muestras de  bloques en el suelo y en paredes. Y comenzó a  extender la teoría de que eran de una civilización de más de 12.000 años antes de Cristo, en la época glacial, y que son las más grandes construidas por el hombre, antes que las de Egipto y mayores que las de Keops.

N43º 58´45´´   E 18º 10´45´´

En el 2005, se extendió el rumor a nivel mundial y muchos, muchísimos antropólogos, geólogos y arqueólogos estudiaron el fenómeno, la mayoría llegando a la conclusión que era una falsedad, que eran  naturales… Y aún hoy continúa la polémica.

Osmainiye, en 2006, crea la Fundación de la Pirámide del Sol. Más tarde dijo que la colina Pljejesevica  era la Pirámide de la Luna y, más tarde, salió otra pirámide, la del Dragón, y al parecer, últimamente tenemos otras dos pirámides, del  Amor y de la Tierra.

Se solicitó su inclusión como Patrimonio de la Humanidad, pero se oyó el grito de los científicos de muchos países, porque dicen que Bosnia es un país riquísimo en zonas prehistóricas, sobre todo de una civilización real próxima a Visoko, llamada Butmir.

El gobierno Bosnio lo subvenciona y últimamente se ha caído en la fantasía de que si dejas un cuchillo sin afilar, al día siguiente aparecería afilado, que hay energías telúricas que sanan y que se ha encontrado una piedra de curación.

Yo quería ir y fui. Dejamos la Ac y fuimos andando camino arriba, a pesar de que había un carro tirado por un caballo para quien lo requiriera, pero el conductor se pasó en el precio, así que llegamos cansadísimos y acaloradísimos, total para no ver nada, al parecer hay muchos voluntarios que van en verano de forma gratuita a las excavaciones, pero cuando llegamos no había nadie y el guarda no nos dejó pasar. Al parecer dicen que hay pasadizos que comunican una pirámide con otra.

Volvemos y por los maravillosos paisajes, que te dan ganas de que el camino dure mil horas, paramos en un restaurante de carretera  donde comimos un cordero asado que fue toda una delicia gastronómica y así, poquito a poc,o llegamos a un negocio de antigüedades que había en la carretera, con muchísimas radios, pero no pudimos comprar ninguna porque la vendedora debía creer que estaba vendiendo el diamante Culligan.

Nos vamos hacia  la autopista y salimos en  Kakani . Vamos hacia Klaljeva Sutjeska para llegar al Monasterio Franciscano. No estamos dentro del horario establecido, pero llamamos y un monje nos facilita la entrada pero señala el cartel del horario.

En este monasterio hay incunables, 31 libros, más de la mitad de los incunables que hay en Bosnia. A los monjes en la época otomana se les llamaban “tío” para  no comprometerlos ante los turcos, pero en tiempos de Mehmet II este  dio la orden de que no se molestara a los monjes. Los monjes se ocupaban de hacer el registro de nacimientos, muertes y matrimonios, una labor  que fue muy útil para los habitantes. También escondieron las campanas, pues se prohibió su tañido  durante el periodo otomano.

Nos vamos a Tuzla, el camino tiene muchas curvas, llegamos a Tuzla -una población que en turco significa “sal”-. Es la cuarta ciudad de Bosnia, en la antigüedad llamada Soli, también la traducción es “sal”.

Habitada hace 6000 años por pobladores del Neolítico, fue  el  centro principal del comunismo. Hubo una masacre: asediada por las tropas Serbias, la República Srpska bombardeó un lugar donde se reunían muchísimos jóvenes, Kapiza, el bombardeo  trajo consigo 71 muertos y más de 200 heridos de entre 18 y 25 años y un niño de 2 . Hoy es una ciudad universitaria con lagos  salados, formados por el antiguo mar de Panoia que se secó hace  diez millones de años.

La ciudad es rara. Se han  perdido muchos edificios  y monumentos por causa de los pozos de sal que han  provocado  agujeros, y la erosión ha sido la que ha provocado los hundimientos.

El turismo se ha fomentado con dos lagos artificiales salados: uno con dos cascadas y otro arqueológico  con palafitos, otro lago tiene dos toboganes. Hay una impresionante Catedral Ortodoxa y un museo al aire libre .

Estamos a 36 kilómetros de Srebrenica y, aunque el camino es montañoso, decidimos ir allí para pernoctar, lo que hacemos al lado del Memorial.

N 44º 09´25´´   E 19º  18´04´´

Día 10: SREBRENICA

Srebrenica es conocida en el mundo por el horrible genocidio que allí ocurrió.

Durante la guerra, los musulmanes estaban cercados por los serbo-bosnios, pero el General Morillon prometió la seguridad de  la población musulmana -ayuda que prestaría la ONU-. Morillon fue para comprometerse con los musulmanes pero, cuando este quiso abandonar el sitio, la multitud no lo dejaba pasar porque pensaban que cuando saliera no estarían seguros. Los serbios no estaban dispuestos a dejar pasar la ayuda, aunque dijeron que como los musulmanes estaban bajo la protección de la ONU , no necesitaban armas, así que el ejercito musulmán dejó todo su armamento.

Los holandeses tenían un pequeño grupo de ayuda llamado “los protectores de la paz”. Cuando el Ejército Serbio llegó vio que separaban a los hombres de las mujeres y los niños y a éstos los enviaban  a Tuzla. Los holandeses no pudieron hacer nada. Los hombres fueron asesinados, algunos intentaron huir, pero los persiguieron y mataron y otros se suicidaron. Fueron 7.000 personas.

Al tener conocimiento de este suceso, la ONU mandó que los aéreos atacaran a los serbios, pero el general Janvier no cumplió la orden, porque los serbios le prometieron que no emprenderían acciones contra el ejercito de la ONU.

En el Memorial hay tumbas como las de los cementerios de EE UU con cruces alineadas. Hay un muro con los nombres de los masacrados, y se van añadiendo otros nombres en cartoncitos verdes que se irán incorporando  a la lista en mármol, pues cada poco tiempo se descubren fosas comunes y, cuando se identifican, se entierran en este lugar.

Este cementerio lo inauguro Bill Clinton y las mujeres entran cubiertas con pañuelos en señal de respeto como si entraran a una mezquita.

Nos vamos a Serbia, hacia Zvornik, donde el rio Drina forma frontera con esta población antes de entrar a Serbia.

Atravesamos el rio Drina que es frontera natural para llegar a Belgrado.  

Pero el relato de nuestro paso por Serbia lo contare otro día

 

                                                                                                 Enrique y Piki abueletes

 


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